Con el inicio de la navidad llegan las reuniones familiares, las tradicionales novenas, las compras de temporada y las celebraciones que suelen convocar aglomeraciones.
Con ello, las recomendaciones de expertos como Luis Jorge Hernández y Andrea Ramírez, epidemiólogos y profesores de la Facultad de Medicina de Los Andes, apuntan a vivir una navidad atípica, con medidas de bioseguridad y la ampliación del aislamiento selectivo con distanciamiento individual responsable. “Las aglomeraciones familiares son un gran factor de riesgo. Nuestro conglomerado más cercano es la familia".
Actualmente, datos de la Secretaria de Salud de Bogotá demuestran que la positividad de contagio dentro de un conglomerado familiar es de 80.7%, es decir de 10 personas casi 9 se contagiarán”, dice Luis Jorge Hernández. Por eso, aquellos que vivan con familiares con alto riesgo de contagio como adultos mayores o con enfermedades de base, deben hacer uso del tapabocas y distancia dentro del hogar, si salen de sus casas.
Por su parte, la doctora Andrea Ramírez, asegura que es hora de ser creativos y buscar alternativas distintas. “Evitar los espacios que cumplen con las tres “C”: cercanos - muchas personas en un solo lugar sin aislamiento físico -, concurridos - lugares con altas aglomeraciones – y cerrados - espacios sin ventilación-.
También, una de las estrategias que propone La Guía Británica del Manejo del Covid – 19, sugiere crear una burbuja navideña. Es decir, permanecer en las celebraciones con un número limitado de familiares, idealmente menos de 10 personas, acordar medidas estrictas de bioseguridad durante el encuentro y hacer aislamiento preventivo una o dos semanas antes de la festividad. “Es muy importantes mantener la distancia así sea con familiares, evitar reunirse en la misma mesa a comer, ya que el virus se transmite por aspersión de gotas y se transporta a distancia de dos metros”, agrega Luis Jorge Hernández.
Así mismo, la medica Andrea insiste en buscar alternativas creativas, ya que en los ritos religiosos típicos en estas fechas se canta, lee y habla; acciones de alto riesgo de contagio de Covid-19. Por eso el llamado es a buscar las actividades virtuales disponibles y eliminar las salidas innecesarias.
Adicionalmente, el fuerte invierno que azota al país es un factor de riesgo para el contagio. Al respecto la doctora Andrea Ramírez, asegura que las bajas temperaturas hacen que las personas cierren ventanas y fuentes de circulación de aire, por ejemplo, en transporte público, automóviles o centros comerciales. Lo que aumenta el riesgo de contagio. En palabras del epidemiólogo Hernández - Debemos comportarnos como si todos tuviéramos el virus-.
Otro factor de riesgo relacionado con las bajas las temperaturas en la ciudad es la nube de exposición a contaminantes, pues estos gases se concentran más en el aire. Los niveles de la calidad del aíre en Bogotá, actualmente están en amarillo y en sectores como la estación de la Sevillana en alerta naranja, advierte Hernández.
Por todo esto, el uso del tapabocas cobra mayor importancia. Este es útil para evitar el ingreso del aire frío a las vías respiratorias, el cual las irrita, haciéndonos más vulnerables al virus. Para el caso del toque de queda, afirman que esta puede ser una medida exitosa. Ya que no estamos en tiempo para cuarentenas, el toque de queda controlaría la exposición de la población joven, que acostumbra a salir en horas nocturnas buscando lugares para divertirse como bares o discotecas.
El toque de queda resulta una buena estrategia de salud pública que ningún alcalde puede descartar, ciudades como Medellín ya lo están implementando. ¿Y la vacuna? Teniendo en cuenta que la vacuna estará disponible en el primer semestre del 2021, Luis Jorge Hernández, manifiesta su preocupación por la no obligatoriedad de la misma. Ya que, según el epidemiólogo, es una falla. “No se trata de vacunar a la brava, esto significa el despliegue de estrategias de sensibilización ciudadana, de movilización por parte de todos los actores de sistema de salud”. Así mismo advierte que: "iniciar con la vacunación implica una movilización logística muy grande, por la cadena de frío, la capacitación y las campañas de vacunación, porque cerca de un 30% de las personas dicen que no se quieren vacunar, esto es un riesgo"