Desde hace más de una década estamos involucrados en la aplicación de mapas corporales narrados en diferentes proyectos de investigación y también en la formación de nuevos investigadores. Además, hemos participado en paneles, revisado artículos, evaluado proyectos, conversado con académicos y personas ajenas al mundo académico. En términos generales, las personas que se acercan al método lo hacen porque entienden que es necesario desarrollar nuevas formas de garantizar visibilidad y voz a grupos vulnerables, cada vez más silenciados en el mundo contemporáneo. La humanización de los participantes en este enfoque de investigación resalta el potencial de las herramientas creativas y visuales para la construcción de nuevas formas de pensar, no sólo enfatizando las formas en que las experiencias cotidianas se inscriben en el cuerpo, sino sobre todo brindando oportunidades para diálogos que desafíen los reduccionistas. visiones sobre las relaciones entre cuerpo y sociedad, buscando garantizar perspectivas inclusivas y emancipadoras para la producción de conocimiento en salud.