Integrar IA generativa en investigación educativa exige más que manejar herramientas. La calidad del estudio depende de formular buenas preguntas, delimitar problemas relevantes y diseñar estratégicamente; para ello, el criterio humano es insustituible. Usada reflexivamente, la IA potencia el ciclo completo: mapea literatura, sugiere marcos, apoya el diseño de instrumentos y simula pilotos antes de salir a campo, actuando como tutor, coach y simulador sin reemplazar el juicio investigador.
En esta formación, trabajaremos por retos: delimitar el problema y el marco, construir y pilotear instrumentos asistidos por IA (encuesta y guía de entrevistas), anticipar errores antes de levantar datos (pre-mortem ético) y realizar pruebas de estrés para verificar decisiones metodológicas. De igual forma, aprenderemos a usar bitácoras de prompts, criterios de calidad y límites de uso de la IA para asegurar transparencia, rigor y validez en la práctica investigativa.