La desigualdad de género es una violación a los derechos humanos que afecta directa e indirectamente a mujeres y hombres, y por ende el desarrollo, el progreso y el buen vivir de las familias, comunidades, pueblos y Estados. En este sentido, trabajar por cerrar las brechas de género es un imperativo de la agenda mundial de derechos humanos, desarrollo y justicia. Si bien Colombia se ha venido consolidando como un referente en América Latina respecto a su esfuerzo por generar un marco político y legar por la igualdad de género, los retos en este ámbito son mayúsculos. Las mujeres son el 51.2% de la población nacional, cifra inversamente proporcional con las condiciones socio-económicas de las que estas gozan, pues según datos recientes del DANE, la CPEM y ONU Mujeres, la tasa de desempleo es 4 puntos más alta en mujeres (11.6% Vs 7.7%); las mujeres ganan menos que los hombres por la misma labor; estas tienen un menor acceso a créditos, situación que correlaciona con su menor acceso a propiedades especialmente en contextos rurales; en el marco de la pandemia cerraron más micronegocios de mujeres, siendo a la vez estas quienes perdieron en mayor proporción su empleo; la anterior situación se vincula a que son las mujeres quienes se dedican en mayor medida a las tareas de cuidado no remunerado (3 horas más que los hombres), situación que incrementa su desventaja respecto a las posibilidades de acceso a salud, educación y desarrollo socio productivo.
Este panorama se complejiza tras considerar aspectos como la participación política y en especial, así como las altas tasas de violencia basada en género y violencia intrafamiliar, en donde son las mujeres y las niñas quienes se ven particularmente afectadas. Por todo lo anterior, la materialización de la mirada de género en todas las políticas, programas y proyectos es determinante, en tanto solo de esa manera se podrán garantizar los derechos humanos de las mujeres. Adicionalmente, la inclusión de las mujeres en la vida sociopolítica y económica es una apuesta estratégica para mejorar las condiciones de vida del mundo y para el incremento de la economía; según datos de organismos internacionales como el BID, ONU Mujeres, la CEPAL, entre otras, la inclusión de las mujeres permitiría superar la pobreza extrema en menos de tres décadas, duplicando las tasas de crecimiento y mejorando la calidad de vida. Como respuesta a ese imperativo mundial, el presente curso propiciará un proceso de reflexión y diálogo para reconocer la desigualdad de género en el mundo actual, siendo identificadas las necesidades en materia de inclusión, equidad de género y promoción de la diversidad.
El curso tendrá la siguiente evolución temática: Gestión de proyectos sociales para la equidad Brechas de género y sus consecuencias socioeconómicas y políticas La equidad de género como apuesta por el buen vivir: un particular análisis desde los ODS Violencias Basadas en Género, Cuidado No Remunerado y Masculinidades Hegemónicas Género, desarrollo rural y cambio climático Cambio comportamental y equidad de género Sistemas de seguimiento, monitoreo y evaluación y su aporte a la equidad Experiencias significativas en proyectos sociales para la equidad de género Este curso asume que la operativización de la perspectiva de género en las políticas, programas, proyectos y estrategias es una tarea que concierne a todos los seres humanos involucrados en las mismas o con interés de trabajar en ámbitos sociales, por esa razón, se extiende una invitación a todas las personas que de manera directa e indirecta trabajan o requieren involucrarse en este tipo de iniciativas.
Estado
En inscripciones
Modalidad
Virtual
Fechas
28 de abril al 21 de mayo del 2025
Horario
Lunes y miércoles de 6:30 p.m. a 8:30 p.m.
Duración
8 Sesiones | 4 Semanas | 16.0 Horas
Inversión