Vivimos en una paradoja: leemos más que nunca, pero cada vez comprendemos menos. Y no sólo eso: recordamos menos, incluso disfrutamos menos de la lectura, porque estamos leyendo cada vez menos por placer. Hoy en día casi todo nuestro tiempo de lectura está dedicado a informarnos, y con ello nuestras formas de leer —y de escribir y de pensar— se están transformando. ¿Qué implica este cambio de costumbres? ¿Recuerda cuándo fue la última vez que estuvo más de dos horas sumergido en una novela, en un reportaje, en un ensayo apasionante, sin atender las notificaciones del celular ni cualquier otra interrupción? Estamos perdiendo la capacidad de dejarnos llevar por historias complejas y envolventes. En este curso queremos recuperar el placer de la lectura profunda, el placer de leer por placer.