La creciente dependencia del trabajo de investigación en las computadoras, en los datos cuantitativos y la crisis de replicabilidad que se ha gestado en las ciencias sociales en los últimos años han producido la necesidad de mejores prácticas para el manejo de los datos y del proceso investigativo.
Aprender a relacionarnos con nuestras computadoras como principales herramientas de trabajo será nuestra prioridad, y con ellas aprenderemos a utilizar herramientas que nos permitan hacer un uso más responsable y transparente de los datos, comunicar y documentar el proceso de investigación, y gestionar proyectos de diferentes alcances en busca de una ciencia más abierta.
Pero no trabajamos solos, a menudo también debemos colaborar con otras personas en proyectos de mayor envergadura. En estos casos estas herramientas serán de mayor utilidad para evitar que el caos domine en nuestras “cajoneras virtuales” en las que reposan los insumos, productos, e instrumentos de trabajo principales como investigadores cuantitativos.